El hostigamiento sexual es una forma de violencia que le puede suceder a cualquier persona; se configura a través de una conducta de naturaleza o connotación sexual o sexista no deseada por la persona contra la que se dirige. Esta puede crear un ambiente intimidatorio, hostil o humillante; y puede afectar la actividad o situación laboral, docente, formativa o personal.
CONDUCTA DE
NATURALEZA SEXUAL
Comportamientos o actos físicos, verbales, gestuales, virtuales u otros de connotación sexual o relacionados con el deseo o que pueden indicar el interés o atracción sexual a otra persona. Entre estos comportamientos se encuentran los comentarios e insinuaciones sexuales, observaciones o miradas penetrantes e invasivas, exhibición o exposición de material pornográfico (fotografías, videos, audios o cualquier otra forma), tocamientos, roces o acercamientos corporales, exigencias o proposiciones sexuales, contacto virtual, entre otras de similar naturaleza.
CONDUCTA SEXISTA
Comportamientos, acciones u omisiones que refuerzan algún sentido de superioridad o inferioridad de las personas, en base a su sexo o género. En estas conductas se incluye la justificación de la violencia contra las mujeres. Las conductas sexistas pueden presentarse en chistes referidos a la orientación sexual, identidad de género, expresión de género de otras personas, realizar preguntas inapropiadas sobre la vida sexual o intimidad de las personas, o cualquier conducta que fomente la participación de determinado género en actividades específicas, entre otras de similar naturaleza.
CONSENTIMIENTO
(conducta no deseada)
Acción que sucede cuando dos o más personas están de acuerdo en realizar una conducta o práctica de naturaleza sexual. Incluye las siguientes características: es otorgado con convencimiento; es libre, sin presiones de ningún tipo o engaños; es informado; es específico; y es reversible en cualquier momento. El silencio no es sinónimo de consentimiento; y el alcohol o los estupefacientes pueden invalidar el consentimiento.